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La experiencia y el tiempo nos ha enseñado muchas cosas y sobre todo, nos ha hecho aprender. En este post hemos recopilado los errores más típicos que puedes cometer cuando te planteas hacer una mejora en la vida de tu mascota.
1. Tener prisa
Tanto si quieres cambiar algún comportamiento de tu mascota, como si te gustaría mejorar su dieta y sus hábitos, la prisa no te sirve de nada. De hecho, deshazte de ella ya.
Va a crearte frustración y comprobado (por desgracia), a tu mascota no le va a sentar nada bien sentir que estés más nerviosa por algo que no comprende.
Al igual que ocurre con los humanos, un comportamiento o una costumbre no cambia de un día a otro. Ni de coña. El truco está en cambiarlo poco a poco, acostumbrarte a “otra cosa” que sustituya la antigua y que acabes prefiriendo.
Si ahora mismo crees que tu peque no puede vivir si pienso, intenta pensar esto ¿Qué preferirá, vivir comiendo el pienso que tiene ahora en su comedero o comer menos pienso pero jugar a buscar otra comida y tener que romper juguetes para conseguirla?
La respuesta es la segunda.
2. Informarte en varios sitios diferentes para poder recopilar mucha información
Elige una fuente de información que sepas que es de calidad y que te inspire confianza. Un consejo: como mínimo, que sepas que los redactores y/o directores de la web son veterinarios, técnicos veterinarios o similar. Personas y equipos que sepan de que hablan y que además, te inspiren confianza. Es mucho mejor invertir tiempo en encontrar a algún referente en el sector que ir “picoteando” de varias páginas, cuentas de Instagram y de Youtube.
A día de hoy ya está definida la “infoxificación” como un paralizante de nuestra mente. El exceso de información nos nubla y nos confunde.
A nosotros nos pasó bastante factura en su momento y la solución fue encontrar a alguien realmente experto que nos guiara de principio a fin.
3. Hacer varios cambios a la vez
Te lo adelanto ya: en cuanto leas varios textos sobre bienestar en animales exóticos, alimentación natural y saludable en conejos y enriquecimiento ambiental, tendrás dos sentimientos invadiéndote:
1. Culpa y preocupación. Seguramente te sientas muy responsable de los “errores” que haya en la alimentación o en la rutina de tu compi de vida. Te preocupa que sea demasiado tarde para recuperar el tiempo perdido y subirte al carro de la vida de calidad y del auténtico bienestar para él o ella.
2. Prisa. Mucha prisa. Tienes muchas ganas de que todo esté bien de una vez y de modificar todo lo susceptible de ser “mejorable” ahora mismo. Vas a cambiar todo cuanto esté en tu mano para que, si puedes, en menos de una semana, su vida mejore en un abrir y cerrar de ojos.
El primer sentimiento lo entendemos y sinceramente, lo haces lo mejor que sabes, por eso estás aquí. Desde esta perspectiva, cero culpa, 100% responsabilidad y a mejorar poco a poco.
Con respecto al segundo, no te va a conducir a ningún sitio que no sea el error. Es duro leerlo así, pero es muy cierto. Cualquier cambio en la rutina de nuestros animales debe realizarse poco a poco, de una forma casi “imperceptible” para ellos.
Piensa en la mejora de los hábitos de tu mascota como si se tratara de tu entrenamiento de fondo para una maratón: si crees que puedes correr 40 km de un día para otro, estás muy fuera de ser realista y seguramente llegues a casa con una o varias lesiones (y pocas ganas de intentarlo de nuevo).
4. Comprar más juguetes
Este error es tan lógico a nuestro razonamiento, que resulta difícil no caer en él. Si el juego hace más felices a nuestros pequeños, comprarle más juguetes es la solución.
Sabes tan bien como yo que ese animal tan especial que comparte su vida contigo, es único y tiene unas preferencias. Comprar juguetes, decoración o muebles a su medida sin criterio no va a ayudarte a entenderle mejor. De hecho, cuando comprendas lo que realmente necesita, ahorrarás mucho dinero y esfuerzo porque sabrás en qué merece la pena invertir y en qué no.
5. Cambiar la comida por otra más sana
Ofrecer una alimentación saludable a nuestras mascotas es una prioridad para ti y lo sé. Esto no significa que si has detectado un error, tengas que corregirlo ya mismo. Tampoco supone tirar todo el pienso y los premios que tienes en casa y comenzar hoy mismo una dieta purista a base de heno y verduras de hoja.
Las modificaciones en la dieta son complejas, los animales deben acostumbrarse progresivamente a los cambios para que lleguen a tolerarlos bien y no les causen problemas de salud ni les estresen. Nuestra prisa, es sólo nuestra. Debes deshacerte de ella si nos planteamos mejorar la calidad de vida de nuestros bebés 🙂
6. Retirar todas las chucherías, premios y verduras y frutas no saludables hoy
Los cambios bruscos y repentinos no son adecuados, ni saludables ni bien recibidos. Esta es una regla no escrita aplicable a cualquier mascota.
Por muy poco saludable que sea su alimentación a día de hoy, es a la que está acostumbrada. Cualquier cambio brusco, será perjudicial.
Las modificaciones de hábitos deben ser progresivas. Debes plantearlo como un camino a recorrer: con su comienzo firme y lento, sus avances, incluso sus pausas o cambios de dirección.
El ritmo en este proceso lo marcará tu mascota. Una responsabilidad menos para ti 🙂
¡lLos cambios rápidos no me gustan nada! Con lo acostumbrado que estoy yo a mi galletita, mis premios y mi piensito…
7. Dedicar muchísimo más tiempo a ellos cuando tienes un hueco
Tu mascota tiene sus rutinas. Ellas incluyen tiempo para descansar, para comer, para darse una vuelta por sus lugares favoritos… Pasar tiempo contigo será parte de su día a día en la medida que tú hayas acostumbrado a tu peque. Somos una parte más de su día a día, pero no el centro, generalmente 🙂
Si ahora o dentro de un tiempo, de repente, tienes más tiempo libre, debes hacérselo saber con un “estoy aquí para ti” que no sea invasivo. Siéntate en el suelo, con una música tranquila. Es una buena forma de decírselo. Si quiere tu compañía, irá a buscarla.
Un error muy común y “humanocentrista” es exigirles compañía cuando nosotros tenemos tiempo. Qué poco sentido tiene ¿Verdad?
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